Soluciones y retos de la educación digital

En el último año, la educación cambió drásticamente como resultado del aumento de la enseñanza a distancia y del aprendizaje electrónico. A pesar de que, distintos Gobiernos habían iniciado un proceso de digitalización del sistema educativo, la pandemia aceleró el crecimiento y la adopción de tecnologías, sobre todo, en economías en vía de desarrollo (América Latina), con el objetivo de asegurar la continuación de la educación en medio de la emergencia sanitaria. 

Por medio de aplicaciones de lenguaje, tutorías virtuales, herramientas de videoconferencia o softwares de aprendizaje en línea, algunos gobiernos en el mundo garantizaron a sus estudiantes no perder días de clase. Serbia es un ejemplo de lo mencionado. 

Los educadores serbios se adaptaron rápidamente a la enseñanza y el aprendizaje a distancia, aprovechando al máximo las herramientas digitales y utilizando otros recursos, como las emisiones en televisión, para asegurar que su población tuviera acceso a las lecciones académicas, mientras las escuelas estaban cerradas. A través de un trabajo online, las instituciones educativas garantizaron las clases en educación primaria, secundaria y formación profesional. 

Con relación a América Latina, el Banco Mundial destacó los esfuerzos de cuatro países, en una región en la que más de 166 millones de estudiantes se vieron afectados con el cierre de los colegios. 

Uruguay, México, Colombia y Chile implementaron soluciones tecnológicas e innovaciones educativas como plataformas, en donde los docentes pueden capacitarse, cargar materiales pedagógicos, calificar tareas y dialogar con los alumnos, aplicaciones de acceso a libros recreativos y materiales de estudio en distintos formatos como texto, audio, imágenes y vídeos y softwares para el seguimiento en línea del desempeño estudiantil.  

En el caso de Colombia, la empresa tecnológica Nuvu creó tres soluciones para la educación digital: Campus Notebook, Campus Genius y Campus Analytics. 

El primero es una plataforma de enseñanza colaborativa que conecta a los alumnos con herramientas digitales que facilitan su aprendizaje. El segundo es un aplicativo que acompaña a los docentes para ofrecer una experiencia educativa 100% virtual y de calidad, con el fin de alcanzar una educación digital sin barreras. Y, el tercero es un software para predecir el desempeño académico de los estudiantes, mediante la identificación de la efectividad de los contenidos. 

A pesar de los avances tenidos por los países en el propósito de garantizar la educación a la población, a través de herramientas digitales y tecnológicas, el paso al aprendizaje electrónico dejó en evidencia las brechas socioeconómicas que existen entre las naciones e incluso al interior de ellas. 

De acuerdo con el Foro Económico Mundial, muchos alumnos no cuentan con acceso a internet o carecen de herramientas tecnológicas para entrar a las clases virtuales. Mientras que, para el 2018, el 95% de los estudiantes en Suiza, Noruega y Austria tienen una computadora para realizar sus tareas escolares, solo el 34% en Indonesia cuentan con una, según las cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). 

Así, la propagación del COVID-19 a nivel mundial, no solo contribuyó al crecimiento y a la adopción de soluciones tecnológicas para garantizar que la mayoría de los estudiantes recibieran clases virtuales, ante el cierre de las escuelas, sino también, evidenció la brecha digital existente en el mundo.

En algunos países aún persiste el desafío de garantizar el acceso a la educación de los estudiantes, en un momento en el que no pueden regresar a las aulas y en el que la tecnología es la solución para mantener el aprendizaje de sus ciudadanos.