La tecnología al servicio de los gobiernos en la lucha contra la corrupción
Mejorar la eficacia y la transparencia de las administraciones públicas son algunos de los retos a los que se enfrentan los países a nivel mundial. La corrupción es una problemática global con graves repercusiones en distintos ámbitos, como en el desarrollo de las naciones, el crecimiento económico y en la garantía de la prestación de servicios a la población.
Ante la incidencia de la corrupción, los gobiernos han avanzado en el proceso de transformación digital del Estado y en la implementación de soluciones tecnológicas que contribuyan en la lucha contra este flagelo.
Según el Banco Mundial, la tecnología, junto con otros factores como la institucionalidad y el liderazgo, han sido fundamentales para reducir las oportunidades de corrupción, haciendo que el fraude y el abuso del cargo público para beneficios privados sean más costosos y menos atractivos.
De acuerdo con el informe “Enhancing Government Effectiveness and Transparency: The fight against corruption” del Banco Mundial del 2020, en el mundo, se han implementado soluciones tecnológicas al servicio de la corrupción, con la finalidad de reducir la evasión fiscal, disminuir los gastos o adquisiciones, mejorar la prestación de servicios, aplicar normas regulatorias, supervisar activos financieros y evitar el flujo de ganancias ilícitas, entre otros.
Tendencias GovTech en la lucha contra el fraude y la corrupción
El big data, la computación en la nube, la Inteligencia Artificial (IA), el machine learning, la biometría y blockchain son algunas de las tendencias tecnológicas que han contribuido a combatir el fraude y la corrupción en los países, según el documento del Banco Mundial.
Big data. Su poder reside en extraer, procesar y vincular datos relevantes de una gran variedad de fuentes como cifras, textos e imágenes, con el objetivo de procesar, analizar y generar valor a esta información para la toma de decisión y la gestión pública. En entornos como Brasil, se han utilizado técnicas de extracción y minería de datos sobre social media y registros de gastos para señalar conductas fraudulentas de funcionarios y políticos, mencionó en su informe el Banco Mundial.
Computación en la nube. Las plataformas y servicios basados en la nube permiten un mayor almacenamiento de la información, el acceso permanente a los documentos y mejorar la capacidad de gestión de datos. En Europa, el Gobierno de Estonia creó un aplicativo (X-Road) que funciona a partir del cloud computing, el cual permite la distribución y el intercambio de datos, tanto públicos como privados, registrados en los sistemas de información del país. Lo anterior, con la finalidad de alcanzar la transparencia de las entidades. Con nubes robustas como Amazon Web Services, es posible crear y desplegar soluciones a escala mundial en cuestión de minutos.
La IA y el machine learning. Mediante estos instrumentos se han creado sistemas de aprendizaje automático, los cuales revisan los datos para predecir comportamientos corruptos, entre otros. En países como México, a través de la IA y el machine learning, las autoridades de impuestos identificaron 1.200 empresas y 3.500 transacciones fraudulentas, afirmó el Banco Mundial. Por su parte, en Colombia, la empresa Nuvu creó una solución de IA que analiza contratos públicos para identificar posibles sobrecostos y así asegurar el uso adecuado de recursos y bienes.
Biometría. La vinculación y autenticación digital en el sector público, basada en la biometría facial o de voz, ha permitido identificar engaños y estafas como trabajadores fantasmas, prestación de ayudas a personas no beneficiarias, pagos de transferencia indebidos y otras irregularidades. En India, mediante “India´s Aadhar Program” el Gobierno ha prevenido fraude sobre los beneficios otorgados en los programas sociales.
Blockchain o cadena de bloques. Según el Banco Mundial, en el sector público, esta tecnología cumple una serie de funciones en las que la confianza, independencia y conflicto de intereses hacen que los sistemas de datos no sean fiables. De ahí que, por medio de la cadena de bloques se brinda legalidad a documentos y procesos como elecciones y gestión de expedientes públicos.
Así, los avances tecnológicos y la digitalización han sido instrumentos aplicados por los gobiernos en su lucha contra la corrupción y el fraude, aportando a la meta de eficacia y transparencia de las administraciones públicas.