Durante la pandemia de COVID-19, los proveedores de seguros de salud se encontraba en la responsabilidad de realizar las pruebas de antígenos, sin embargo, debido a la alta demanda no contaban con los recursos ni la capacidad para evaluar a toda la población asegurada en un corto periodo de tiempo. Diseñamos y desarrollamos un modelo multivariante de riesgo de muerte para casos positivos y hospitalizados de COVID-19, el cual se basa en factores como comorbilidades, historial médico, condiciones socioeconómicas y literatura científica. Este modelo permitió a los profesionales de la salud a identificar a los pacientes con mayor probabilidad de riesgo de muerte y brindar un tratamiento más efectivo y oportuno.